abril 02, 2006

LOS MISTERIOS DEL RITMO


Cuando uno hace una leve revisión de las grandes piezas de la música docta de la historia, aparecen nombres enormes como Beethoven, Mozart, Bach, Vivaldi, Strauss, Chopin, Tchaikosky, Schubert y otros mas; pero al llegar al siglo XX, aparte de Stravinsky, cuál es el nivel de música, que tras miles de años de evolucón y desarrollo del intelecto y las artes humanas hemos alcanzado?. La respuesta es evidente, es cosa de prender la radio, y escuchar esta compleja letra: "mamita yo se que tu no teme vas a quitar (duro!) lo que me gusta es que te dejes llevar (duro!) todos los wekenes ella sale a bacilar (duro!) mi gata no deja de janguiar (textual) por que ella le gusta la gasolina"; y como es que esta compleja y profunda expresión intelectual se manifiesta ritmicamente?, es decir tras siglos de ballet y danzas complejas; somos testigos del delicado y sutil contorneo que se hace llamar "perreo"; es decir reducir la abstracción del movimiento humano a la forma en que los perros fornican (no necesito graficarlo). La cosa es que si lo piensan detnidamente ( la verdad es que no, es obvio), todos los ritmos exitosos de las último años apuntan al sexo, y con esta mierda que se llama reggaeton (como demonios pudieron llegar a ese nombre) ya no se oculta el contenido de las letras. Pero no es para tanto, por último tu no verás a niños de 5 años haciendo el "perreo", y digo eso porque hace un par de años era común ver a esos podres diablos que se dieron cuenta que daban la hora en Brasil y llegaron a Chile con otra mierda llamada "axe" (what the fuck?), que la bailaban todos los niñitos, y no sabían que tras esos horrendos, pantagruélicos y deplorables acordes baratos, confundidos por voces retocadas (y malas) de esta tropa de calentones brasileños se cantaban puras canciones calientes hot (o sea, no hay que saber protugués porque el idioma es demasiado parecido, y que se puede decir con unos tipos y tipas bailando con poca ropa, cuerpos aceitosos, bailes obscenos y música caliente; es decir, no hay que ser muy astuto para darse cuenta...). Si lo miramos así, el axe y el regaetton (y todos sus derivados baratos) vienen a ser una corriente tercermundista de un fenómeno que tiene su origen en ese oscuro individuo llamado Michael Jackson (oscuro, nótese), ya que es fácil hablar de paz y amor mientras acantaba con varios niñitos que tocaba con ¿buenas intenciones? (o sea Paul Schaeffer comprendía la ternura de esa misma manera), pero al menos no es tan explícito como estas cosas que suenan ahora (realmente a que se refieren con eso de la gasolina?, bencina o no?). Pero no es que sea un puritano o me haya dado un escape de evangelismo, es que, sencillamente considero más sano adorar al demonio como decían esas lindas letras de Iron Maiden, o ir camino al infierno como decían los viejitos de AC/DC y otros que no voy a mencionar (incluso Xuxa intentó ese camino, pero no supo tener tacto con el público objetivo). Por eso hermanos, vamos todos a la parroquia a escuchar unos buenos riffs de buen metal, y no a estos raperos y brasileños depravados. Amén.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...jaja ponla en mute y ve a las minas po, haz un megamix con tu musica y esas brasileñas aceitadas jaja... pq entre ver a esos viejitos y verlas a ellas ... la respuesta es obvia... eso si nada de rojo pq capaz que salga tidy bailando... como ahora anda tan disharashero... fuck you

Anónimo dijo...

me imagine a tidy bailando!!! uuuuuff jeje
me parecen acertados tus comentarios, aunque admito que he bailado todas esas cosas... y mal no la he pasado... de pronto es necesario para la parte superficial del alma dejarse llevar por las masas.... solo a veces..

Anónimo dijo...

claudio wena como estay.
Mi humilde opinión es que tal como la música docta estuvo al servicio de las cortes, la música popular debe estar al servicio del amor, incluso en sus formas más sordidas, que son de las más entretenidas por cierto. Incluso el jazz previo a la improvisación (bebop/Charlie Parker) era bailable, despues el rock n' roll ni hablar y ahora el reggeton. Tal como el alcohol, la música debe tener esa función de lubricante social, facilitando que dos almas se unan. Si suena bien o mal da lo mismo total siempre habrán momentos para los discos de jazz ( o metal como tu dices)
Saludos compadre.

Jaime Sepúlveda