AHORA QUE SOMOS UNOS DESCONOCIDOS

Desde sus variantes animalescas/brutales como cuando estaba en cuarto medio o estas cosas medias variadas de la universidad, parte importante de la sociabilización cotidiana tiene que ver con estos individuos, algunos con mas confianza, a los que puede echar algunas tallas pesadas o permitir que te digan las suyas, hablar de la vida misma o de las banalidades que ocurren a pocos metros, da lo mismo; el hecho es que conforman una parte influyente de lo que dices o haces. Pero ahora estos "compañeros" desparecen, desaparece esta masa reactiva que conforma tu círculo social diario (quizás no es el mas importante, pero si el más recurrente), y los conocidos, pasan a ser unos desconocidos. Es cierto que puedes verlos de nuevo en ocasiones, pero ya no los verás con cara de culo por haber trasnochado, puteando a los viejos que hacen clases, diciéndote que tu maqueta es un bodrio o esperando que lleguen las vacaciones, o sea se pierde aquella misteriosa dimensión cotidiana en donde conocemos las cosas mas auténticas, buenas, malas y patéticas de los demás, pero que los hacen un poco mas entrañables, y quizás sean mas importantes que unos meros conocidos.
Ahora te encontrarás con ellos una vez a las mil, habrán unos fríos saludos, una que otra pregunta de cortesía y sigues de largo; o sea es menos que un conocido, es su imagen formal y suficiente para identificarlo, lo mínimo necesario para evitar pasar de largo sin darte cuenta; lo que significa tristemente que tu simpel paso por la universidad hace que te vayas alejando o incluso olvidado de algunos de tus cercanos, y pasen cosas, como a mi suele courrir, de llegar a olvidarte totalmente de algunas personas.
No creo que sean mis recurrentes malos pensamientos lo que me hace llegar a esta eventual situación, pero me parece obvio, ya ha pasado antes, cuanto te alejas de tu familia por un par de años, se pierde algo, o en casos mas simples y fáciles como ocurría con mis compañeros de colegio, de los cuales con suerte me acordaré de algunos; quizás esto no es mas que una corroboración de que no somos mas que sujetos transitorios en la vida de los demás y así las cosas cambian y se olvidan, nosotros también.